miércoles, 25 de febrero de 2009

Primera Experiencia Swinger (parte 1)

El siguiente relato está escrito por Andrea y yo (Andrés). Lo escribimos, en su mayoría, desde mí como primera persona, para facilitar el relato.
Era una noche especial. Iba a ser nuestra primera experiencia swinger, por lo que estábamos afinando los últimos detalles. Yo por mi parte me afeitaba y Andrea, mi pareja, se terminaba de depilar. Estábamos en eso cuando Carlos y Andrea, la otra pareja, nos llamó. En este relato llamaremos Marcela a la pareja de Carlos, para que no se preste a confusiones.
Nosotros teníamos la idea de ir a un pub cualquiera y, si las cosas se daban bien, ir a un lugar más íntimo para realizar la fantasía que teníamos los cuatro: hacer el amor cada uno con su pareja en un mismo lugar, poder mirar cómo lo hacían la otra pareja, sin interactuar. A decir verdad, ese lugar más íntimo no tenía forma, en realidad no teníamos idea de cómo ni dónde concretar la fantasía.
Desde que hablamos por teléfono ese sábado como a las 22:30, lo que habíamos pensado cambió y empezó a tomar forma. Al final, nos juntamos con Carlos y Marcela afuera del mismo pub al que habíamos ido en la primera cita. Cuando llegamos, ellos ya estaban allí. Nos saludamos, todo bien. Carlos nos propuso que fuéramos a un pub swinger, era un lugar llamado masque2. Hasta ese momento, no teníamos referencias de aquel lugar a través de ningún foro o chat, sólo habíamos oído del syo y la casona. A pesar de que Carlos tampoco conocía el lugar, nos contó de qué se trataba y cómo era la cosa, lo que nos pareció bien, así que accedimos.
Camino al lugar, nos pasamos ene rollos. Una vez que llegamos, nos recibieron súper bien ¡hasta nos hicieron un tour por el local! El lugar tenía varios sectores: unas salitas privadas, unas salas para “interactuar”, unas salas con sillones, una barra y una pista de baile con mesas y un escenario.
Nos acomodamos en una mesa y pedimos unos tragos. Había ya en el lugar unas 4 parejas o más. Nos pusimos a conversar de cosas sin sentido hasta que llegó el momento del show. Primero se presentó una chica la que quedó talmente desnuda y después fue el turno de un chico. De los show no mucho que decir, como cualquier otro que ustedes se puedan imaginar. Después del show se invitó a las parejas a tomarse la pista de baile, lo que nosotros hicimos e invitamos a nuestra pareja acompañante a que hicieran lo mismo, de manera de soltar un poco los nervios.
Una vez que logramos soltarnos un poco les propusimos ir a uno de los sectores con sillones, a lo cual accedieron. Allí conversamos un rato, pero los cuatro estábamos nerviosos y ansiosos de concretar la fantasía. Así es que nos fuimos a una de las salitas privadas que tenía una pequeña mesa y estaba llena de cojines en el suelo. Nos acomodamos y conversamos un poco ¿de qué?, la verdad es que no me acuerdo, en mi mente sólo había pensamientos de cómo sería la situación, quien iba a empezar y cómo seria. Los nervios estaban a mil.
La verdad es que no recuerdo bien, pero creo que nosotros empezamos, debo decir que no nos costó mucho desinhibirnos y hacer el amor casi como si ellos no estuvieran ahí, pero era inevitable de vez en cuando mirar hacia el lado y verlos a ellos haciendo el amor ¡de eso se trataba la cosa! Fue rico hacer el amor con Andrea y no sentir en ningún momento que uno de ellos estuviera pegado mirándonos o que tuvieran intensiones de tocarnos. Por otro lado, nos gustó mirar cómo ellos hacían el amor, Marcela se veía linda. Después que todo acabo cada pareja nos quedamos haciéndonos regaloneos, luego nos incorporamos y nos vestimos.
Las chicas fueron al baño y nosotros nos quedamos conversando de lo que nos había parecido, que tan cómodos nos habíamos sentido y esas cosas. Cuando ellas llegaron, nos contaron que habían ido a la zona hot y que en ese lugar había un par de parejas haciéndolo. Por ser la primera vez que veíamos a otra pareja tener sexo, la idea de ir a un lugar donde había varias parejas haciéndolo despertó nuestra atención y curiosidad por querer ver lo que estaba pasando en ese lugar. Con Andrea no tardamos en proponerles a Carlos y Marcela que fuéramos los cuatro.
Ya en la zona hot nos sentamos los cuatro juntos. El lugar era cuadrado, con puf por alrededor y un puf muy grande en medio, luces bajar y cortinas que lo separaban de la zona de interacción menos hot anterior. Había unas cuatro o cinco parejas haciendo el amor (o teniendo sexo) con sus respectivas parejas. Esa escena fue muy excitante para Andrea y yo. Nos entusiasmamos y nos estábamos acomodando cuando la pareja que nos acompañaba nos informó que se iban porque no podían llegar muy tarde a su casa, por lo que nos despedimos y nos volvimos a acomodar.

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